Muchas veces, cuando vemos un insecto (aun sin saber si realmente es un insecto) que nos llama la atención por su tamaño, color, forma o apariencia vistosa, o si lo observamos alimentándose de alguna parte de una planta de nuestro jardín, casi siempre (si no es que nos asusta antes, y queremos matarlo), nos salta a la mente de inmediato preguntarnos, ¿qué será?, ¿cómo se llamará?, o si provocará un daño importante a nuestra planta o a nuestros seres queridos (Esto me lo preguntaron muchas veces, y la gran mayoría con preocupación), y pensamos en algunas ocasiones en como saber de que especie se trata, pero para saber eso, al igual que el nombre común, daños y más, se requiere antes que nada que algún conocedor en insectos observe a través de una foto (en primera instancia) y después de ser posible, recolectando el mismo, para observarlo bajo un microscopio, para que puedan dar su opinión y punto de vista más acertado acerca del espécimen o los especímenes, para saber de que tipo de insectos se trata, ya que, y salvo que se trate de alguno insecto que tenga un tamaño grande, que permita su revisión a especie a simple vista (como algunas familias de mariposas, orden Lepidoptera, o de escarabajos, orden Coleoptera), o que quien lo observe, sea un EXPERIMENTADO CONOCEDOR del grupo como para reconocer la especie en cuestión, es necesario que sean observados de una forma muy minuciosa bajo la óptica de un microscopio (compuesto o estereoscopico). Y aunque esta labor parece fácil para mucha gente, poco familiarizada con esta actividad, en realidad NO LO ES, es un TRABAJO ARDUO Y POR MOMENTOS COMPLICADO, dependiendo del nivel de experiencia de quien lo revisa, y del grupo de insectos que se trate. Se requiere tener conocimiento en biología (hábitos y comportamiento), ecología (Interacción con otros animales, plantas, otros organismos y el medio), biogeografia (distribución dependiendo de las condiciones climáticas y características del sitio), entomología general (tipos y variedad de grupos de insectos), morfología y taxonomía de insectos (características anatómicas que diferencian a los diferentes grupos de insectos y como se clasifican según esto), además de saber la forma correcta de preservarlos, con la intención de que los especímenes no se descompongan al ser trasladados al laboratorio para poder revisarlos. En muchas ocasiones, es necesario montar el insecto de cuerpo completo, o partes (a veces muy pequeñas de ellos), por lo que hay que conocer la técnica más adecuada para hacerlo, dependiendo del grupo de insectos que se trate.
Aunado a lo anterior, para poder hacer la revisión de o los especímenes de insectos, se tiene que contar con la literatura especializada general, para saber el grupo de Insecta al que pertenecen los especímenes, y más especifica para llegar a conocer (después de mucha observación), la especie de interés (libros y artículos CIENTÍFICOS de especialistas en la materia a nivel nacional e internacional), mismas que muchas veces es difícil de obtener por ser muy costosa de adquirir (costo económico y difícil de encontrar la más adecuada a través de varios medios), misma que la inmensa mayoría es en inglés, por lo que hay que conocer el idioma y el lenguaje morfológico de cada grupo de insectos, es decir, en cada grupo, las partes del cuerpo reciben nombres diferentes y así se mencionan en la literatura para llegar a saber la especie. Ya con esta literatura, se debe contar con un equipo de microscopia de buena calidad óptica y de iluminación, que proporcione claridad, nitidez y aumento suficientes (sobretodo para especímenes muy pequeños), el cual, también suele implicar alto costo económico.
De forma complementaria, es necesario contar con otros insumos y materiales varios, para poder realizar la revisión de los especímenes, como alcohol etílico y agua destilada (para sacrificar y preservar en frascos a la mayoría de los insectos), cajas petri, pinzas de relojero, alfileres entomológicos, y demás materiales. Dependiendo del grupo de insectos que se trate y contando con lo mencionado arriba, la revisión de los mismos puede implicar muchas horas o algunos días de trabajo sentado al microscopio (sólo para una muestra con varios tipos de especímenes), hasta obtener un resultado que no siempre es contundente, o definitivo, ya que a veces existen dudas, por lo que algunas veces hay la necesidad de consultar a algún experto en el grupo de insectos que se trate, si es que éste existe o está disponible.
Dicho lo anterior, y como se puede leer, la labor de revisar insectos y saber que especies son, muchas veces, NO ES ALGO SENCILLO de llevar a cabo por diferentes razones antes expuestas. Sin embargo, hay algunas excepciones que podrían acelerar este proceso, pero lo que si es claro, es que debe ser de la mano de un conocedor de este increíble y diverso grupo de animales, los insectos.
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